Se dice que la imagen del Señor de Ánimas, fue hallada el 14
de setiembre de 1886, como coincidencia o feliz causalidad o acomodo con el
calendario Bristol que signa como día del Señor De La Exaltación, aquella
imagen que presenta a Cristo golpeado, sufrido y desangrado por la Pasión que
él sufriera camino al Gólgata. Por aquella fecha como es costumbre en los
pueblos de nuestra serranía, los Karguyoq tenían el derecho de sembrar las
chacras asignadas a los Santos, para que con su cosecha se sustente los gastos
de las fiestas patronales. En cumplimiento de este privilegio, karguyoq o
prioste, de entonces Benito Garay, natural del barrio Kanchuwillka (Qanchu
willkay, = tu eres mi nieto) ejecutaba el barbecho de la chacra, o la
roturación del terreno, para iniciar la siembre. Esta labor agrícola se estaría
realizando aprovechando las primeras lluvias de la temporada, para lo que si
participan todos los comuneros del lugar, concurriendo con sus herramientas,
yuntas de ganado, otros con su sola fuerza de trabajo, todo por el Señor. En
esas circunstancias en pleno trabajo de roturación una reja extrajo del
subsuelo de los terrones una efigie de cabeza humana todo polvorienta y una vez
percatado, cuidadosamente limpiado, bajo el asombro de los presente, era la
CABEZA DEL SEÑOR ESCULPIDA, de apariencia yaciente, con marchas de sangre en el
rostro, cual Cristo golpeado tras la brutal pasión sufrida en el camino al
calvario. Este acontecimiento causó evidente asombro, admiración hasta pánico
entre los lugareños, luego abandonando la labor iniciada, se dedicaron a buscar
el resto del cuerpo, pero todo intento fue infructuoso. Esta noticia creció tan
pronto cual reguero de pólvora entre la población que inmediatamente se
congregó en el lugar entre ellos habían autoridades, vecinos en general
motivados por la curiosidad e ver de cerca tan inusual hecho. Cerrada la tarde,
llegaron al acuerdo que el preboste don Benito Garay lo llevaría en custodia a
su casa. Allí se realizaron una serie de plegarias, oraciones, cántico, acompañado
de repique de campanas. Este domicilio la imagen permaneció algunos años. A la
muerte de don Benito Garay, quedó la imagen en poder de su nieto llamada
Dionisio Polo Garay, no se precisa si en el mismo domicilio o en otro lugar,
pero se sabe que don Dionisio tuvo la imagen por varios años y a la muerte de
éste, la imagen nuevamente quedó bajo custodia de su nieto don José Manuel
Cartagena, quien como señalan se desempeñaba como Ecónomo vitalicio de la
Iglesia Mayor de Chalhuanca. Desde el hallazgo de la imagen en el año 1886 y
durante los años de custodia en hogares particulares, la imagen era
constantemente visitados por feligreses, creyentes y peregrinos, quienes
provistos de velas, flores, incienso y otros presentes llegaban desde
localidades aledañas como Pairada, Chuquinga, Unchiña, Pincawacho y hasta de
lugares alejados conforme crecía la fama de la imagen que ya empezaba hacer
milagros. Es que la gente llegó a tenerle tal fe que las curaciones de
enfermos, muchas veces graves y otras irreversibles como los minusválidos, así
como detectar robos de bienes y animales, absolutamente todos los problemas, la
feligresía lo entregaba a la voluntad del Señor de Animas. Así mismo en caso de
desastres naturales, como temblores, sequías, heladas, inundaciones, etc., se
recurría bajo ruegos a esta imagen y por los beneficios obtenidos, se mandaba
celebrar misa en honor. Poco tiempo después ya se sacaba a la bendita imagen
por las calles de Chalhuanca. Esta imagen, por los milagros que se le atribuía,
a menuco era solicitado por los vecinos quienes lo llevaban a su casas y toda
esta situación errante implicaba inseguridad para a imagen, lo que obligó a la
población centrar su ubicación en una urna especial en el templo mayor de
Chalhuanca, allí permaneció desde fines de 1950.